Importancia de las Mascaradas en Costa Rica.

Las mascaradas costarricenses son una tradición popular de Costa Rica que tiene raíces en la época Colonial del país y que en la actualidad continúa muy vigente.

Tradicionalmente las mascaradas están asociadas con fiestas populares, turnos en los pueblos, fiestas para recaudar fondos con algún fin específico y también son consideradas como fiestas para celebrar la libertad y unir al pueblo.

Como arte popular históricamente se contrapuso el arte elitista, buscando que todos los vecinos se reunieran, independientemente de su clase social. 

Una de las razones de la importancia de esta actividad es reunir al pueblo, rescatando así una de nuestras tradiciones más importantes, transmiten una esencia muy particular de la identidad costarricense y tienen un gran valor cultural que debemos procurar mantener con vida.

Es una actividad que nos permite disfrutar de un ambiente enérgico y agradable, es una tradición importante ya que se celebra desde los años coloniales en honor a la Virgen de los Ángeles.

Nos refiere a la mascarada utilizada por los aborígenes en sus actos rituales y nos remite a las luchas de moros y cristianos.

La importancia radia en el aporte que ha dado a la identidad del costarricense y exponen por medio de sus variados diseños y el carácter pluricultural que es característico de nuestros orígenes hacer un elemento cultural identitario, es indispensable para salvaguardar el patrimonio cultural costarricense.

Nuestra mascarada se le reconoce como la principal manifestación popular tradicional de carácter festivo del valle central donde tuvo su origen y ahora, es una de las manifestaciones más extendidas por todo el país y es una de las tradiciones de origen hispánico 

Ésta tradición colonial mestiza es parte de la memoria de nuestra niñez.

La mascarada costarricense es una de las festividades más alegres y más conocidas del pueblo tico, su valor como patrimonio cultural evidencia cuatro factores:

  • Los conocimientos en torno a la naturaleza requeridos por las personas portadoras de tradición.
  • Los conocimientos a las técnicas artesanales aplicadas en la confección de la misma.
  • El aporte de la música de la cimarrona y la danza de las mascaradas.
También es importante reconocer la labor del mascarero y de la persona artesana que la realiza.

Las primeras mascaradas costarricenses se basaron en unas figuritas de cabezas de origen español que don Lito Valerín encontró en un baúl en un templo católico.

Éstas mascaras contribuyeron a dar un carácter lúdico a las fiestas en honor a la virgen de los ángeles y, posteriormente estas “mantadas” fueron apropiados por los habitantes de otros de otras localidades de la región y pasaron a ser un atractivo en las festividades patronales de distintos poblados del valle central.

Las primeras mascaradas buscaban representar a figuras de autoridad en un plano humillante y pintoresco.

Es por eso que, al principio, las mascaradas se parecían mucho a las que realizaban como parte de las tradiciones españolas.

Luego con el tiempo y la adaptación de la técnica, se empezaron a hacer mascaradas que representaban nuestras leyendas y nuestros personajes del pueblo.

Ésta tradición costarricense tiene una marcada presencia en cantones que le son leales o más ligados a la tradición.

Otro de los aspectos importantes es que la figura del diablo, la segua, la llorona, la giganta, el polizonte, la chingoleta, el padre sin cabeza y demás personajes son unas costumbres muy arraigadas, donde tanto la elaboración como el desfile permiten la expresión de tradiciones antiquísimas poniendo así en evidencia el talento creativo de los artesanos ticos.

La máscara es un objeto polifuncional de gran contenido sígnico, constituye un objeto ceremonial que el ser humano utiliza para identificarse con seres naturales.

Para algunos pueblos con ella se cierra el ciclo mágico religioso, en el que se invocan beneficios o se rinden culto a sus deidades.

La máscara ha sido utilizada, como medio de transgresión del orden establecido y burla de autoridad, así como signo de poder de quien lo uso como medio para infundir temor.

Se puede considerar a la máscara como una manifestación universal de la cultura, ya que ha sido de uso común en los pueblos de diferentes regiones del mundo.

Han jugado un papel importante en la cultura y tradiciones costarricenses.

El primer uso que se le dio fue durante los ritos fúnebres.

En todas las familias costarricenses hay historias con personajes del pueblo y leyendas.

La mascarada tradicional es muy importante para nuestro pueblo porque es alusiva a nuestra identidad, por eso mismo necesitamos conservar dicha celebración ya que para el pueblo costarricense es una actividad que transmite alegría y fiesta en nuestros habitantes que participan de estas fiestas.

Las mascaradas tradicionales presentan uno de los iconos de las festividades populares de nuestras comunidades por tal razón una nueva ley la convirtió en un nuevo símbolo nacional costarricense.

El presidente de la república de Costa Rica Rodrigo Chávez firmo la ley para declarar símbolo nacional las mascaradas con el objetivo de preservar esta tradición costarricense. Dicha ley permite a los Ministerios  de Cultura y Juventud y de Educación Pública, desarrollar programas de educación, sensibilización, información y apoyo para mantener esta tradición vigente.

Otro de los beneficios de ésta ley es que permite apoyar iniciativas para mantener una de nuestras actividades culturales más importantes. El Ministerio de Turismo y el Instituto Costarricense de Turismo son los encargados de promover las mascaradas como un elemento que incentive el turismo y así posicionar al país como un atractivo turístico a nivel internacional.

Los extranjeros que viven las fiestas patronales en nuestro país y vive de cerca lo que es una mascarada costarricense queda con un buen recuerdo sobre la actividad tan magnifica que realiza el pueblo costarricense.   

Otra de las propuestas de esta ley es lograr que Costa Rica incentive las mascaradas para que sigan siendo parte de la cultura de nuestro país así como rendir homenaje a los maestros artesanos que confeccionan las mascaradas.

Las nuevas generaciones recordaran en los centros educativos a las mascaradas como símbolo nacional, porque el arte y las costumbres populares transmiten la esencia de ser costarricense.





                                                                                                        Por: Gerald Moya.


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